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sistema que tuvieron los fundadores, y los habitantes de los primeros tiempos de la ciudad, para hacer sus viviendas fue así: Clavaban en la tierra, de esquineros, cuatro palos o estacones, que tuvieran horqueta y a falta de esta, con caja labrada a media madera, buscando tener una altura libre de 3 metros. Distancia a lo largo de seis varas. Al lado de cada esquinero clavaban un estacon saliente de la tierra media vara, para apoyo o atranque de los largueros de seis varas y media sobre los que colocaban el piso. Sobre los estacones largos colocaban otros largueros de seis varas y media y tambien la cumbrera (caballete). Los largueros se escogian de madera redonda, derecha y con grosor de diez a quince centimetros. Preferian de chonta y si de esta no habia de yarumo o guadua.

Cuando ya estaban listos las cumbreras y sus puntos de apoyo, cerraban el techo y los lados con dos palos redondos, más delgados, distanciados media vara uno de otro y entrecruzados, en forma de tijera.
Luego enjaulaban con rejillas hechas de lata de guadua y, a falta de esta, con varitas redondas de palos, prefiriendo la cañabrava, en caso de conseguirse con facilidad. Llegados a ese punto de proceso, acababan de cubrir con paja de iraca y el caballete casi siempre con hojas de biao, aunque algunos le colocaban cocas de hojas de palmas.
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